INGREDIENTES PARA 4 PORCIONES:

1 2/3 tazas de arroz, preferiblemente Carnaroli
Azafrán, al gusto
½ taza de vino blanco
½ taza de parmesano rallado
Vinagre balsámico, al gusto
½ cebolla media, finamente cortada
2 cucharadas de mantequilla
Sal marina y pimienta negra recién molida, al gusto

PROCEDIMIENTO:

En una cacerola media, calentar aproximadamente 1 cucharada de mantequilla a fuego medio-alto y añadir la cebolla salteando hasta que se ablande y quede translúcida, durante 2 minutos.

Añadir el arroz y tostarlo, removiendolo constantemente, hasta que adquiera aroma.

Añadir el vino blanco y remover hasta que se haya evaporado y el arroz esté translúcido con sólo una pequeña perla visible en el centro del grano.

Añadir 1 cucharón de caldo, removiendo hasta que se haya absorbido todo el líquido.

Con una espátula, remover todos los granos de los lados de la cacerola, y ponerlos en la mezcla para que el arroz se cocine uniformemente.

Seguir añadiendo 1 cucharón de caldo caliente cada vez, removiendo constantemente para asegurar una cocción uniforme.

Probar el arroz antes de cada adición de caldo para verificar el estado de cocción y ajustar la sal.

Mientras el arroz se cocina, tostar el azafrán en una sartén pequeña a fuego lento. Desmenuzar el azafrán tostado y mezclarlo con una pequeña cantidad de caldo.

Cuando el arroz esté al dente, verter el caldo con el azafrán en el risotto. Añadir sal al gusto.

Retirar la cacerola del fuego y añadir la mantequilla y el parmesano. Remover hasta que los ingredientes estén completamente integrados.

Servir el risotto en cuatro platos hondos tibios y dar el toque final a cada plato con una cucharada de vinagre balsámico tradicional de Módena.